El trap se encuentra con el folklore: artistas que fusionan lo urbano con lo tradicional

En la música urbana moderna, empiezan a tener protagonismo los sonidos folklóricos argentinos. La música está en constante evolución, dando lugar a nuevos ritmos y combinaciones inesperadas. Hoy, el trap y el rap son protagonistas de la escena, pero muchos artistas han comenzado a experimentar con ritmos tradicionales, creando fusiones que conectan lo moderno con lo folklórico.

Cazzu para Latinaje, su más reciente álbum

Camilo Joaquín Villarruel es uno de los artistas en esta tendencia de fusionar géneros, más conocido como Milo J. Aunque el trap sea su principal género, el joven artista argentino ha demostrado un gran respeto por las raíces musicales del país. En varias de sus canciones, combina letras introspectivas y sonidos electrónicos, con instrumentos y estructuras propias del folklore, generando una propuesta única que desafía las etiquetas, algunos de sus temas son Rara vez y Estoy en el mic.

Otro referente en esta corriente es Trueno, famoso por su habilidad en el freestyle y con sus participaciones en “las batallas de gallos”, también ha reivindicado la cultura con su aporte musical. En su disco Bien o Mal, hay una fuerte presencia de sonidos con referencias al tango y al folklore. En temas como Tierra Zanta, se puede sentir una conexión con la identidad nacional que va más allá del beat del trap.

Por su parte, Wos, ex campeón de freestyle y figura del rap nacional, ha explorado distintas fusiones sonoras a lo largo de su carrera. Con letras potentes, críticas sociales y una fuerte raíz emocional, ha conseguido integrar elementos del rock y del folklore. Su canción Melancolía es un claro ejemplo, donde, mezcla bases electrónicas suaves con una atmósfera nostálgica que recuerda al espíritu del folklore argentino.

Finalmente, una de las artistas más recientes en mezclar estos sonidos, referente indiscutido del trap nacional, Cazzu, que sorprendió a su público con esta fusión. En su último lanzamiento “Latinaje”, incorporó sonidos que remiten a las raíces más profundas de la música popular argentina. Esta mezcla cautivó a oyentes que no solían seguir su música.

Si bien no fue la primera en explorar este cruce entre lo urbano y lo tradicional, fue una de las pioneras en lanzar un álbum completo donde estos sonidos ocupan un lugar protagónico. Estos artistas marcan el inicio de una nueva etapa en la música argentina, donde las fronteras entre géneros se desdibujan y el folklore se reencuentra con las nuevas generaciones a través del lenguaje del trap y el rap. Una fusión que no solo enriquece el panorama musical, sino que también fortalece el vínculo con las raíces culturales del país.

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